Llámele y cuéntele
Por Libero Antonio Camilo Bottazzi
Llame a su primo, hermano, sobrino, tío o cualquier familiar que es funcionario público. Llame a quien trabaja entre 11 y 13 horas diarias sin pedir horas extra, porque no hay presupuesto o porque sabe que está trabajando para su Patria. Llame a quien sabe que no podrá tener nunca un puesto en el sector privado, porque como funcionario público no acepto las coimas, ni relajó las regulaciones de salud y seguridad, ni facilitó que las empresas saquen recursos al exterior, ni se hizo de la vista gorda cuando las empresas dejaban de pagar la seguridad social. Llame a quien sabe que dedica su tiempo libre a seguirse formando para servir mejor a su país. Llame a quien, hasta siete años después de haber elaborado un informe para ahorrar recursos al Estado (otra de esas razones por las que el sector privado no lo empleará), sigue dedicando su tiempo a responder a la Contraloría General del Estado. Llame al funcionario público que se ha tenido que morder la lengua estos tres años, viendo a incompetentes dándole órdenes para destruir lo que se había construido.
Llámele y cuéntele que a usted también le parece que lo que hoy se ha cometido es una injusticia, que lo apoya, que lo de Chito Vera fue ameba comparado con lo que se acaba de hacer hoy. Que realmente sufrimos todos, porque sabe que con esa reducción de sueldos también habrá reducción de consumo en el barrio, en la ciudad, en el país. Dígale que encantado se suma a protestar de la mejor forma posible. Que nos han jodido a todos los trabajadores, y que no entiende cómo, por contraste, aquellos que sacan su plata fuera del país, y quienes cobran intereses sobre la producción de otros pudieron salir ilesos.
Y si ve a alguien que se alegre de la reducción de sueldos de los funcionarios públicos, porque sucede que ahora se los ve como parásitos, recuérdele que son funcionarios públicos, no sólo los más visibles policías, médicos, enfermeras y profesores, sino que también son funcionarios públicos los que posibilitan que usted haga transferencias a otros bancos, los que posibilitan que las raciones de alimentación escolar cuesten un tercio de lo que le costaría a usted adquirirlas en un supermercado, son los que investigan en universidades públicas y publican artículos en el exterior, son los que sostienen uno de los sistemas de compras públicas más transparentes de la región (lo que ha posibilitado investigar casos de corrupción), son los que le proveen de bienes y servicios a tarifas razonables, para que los pocos proveedores privados no le pongan precios excesivos, y son los que aguantan la presión constante de grupos de interés aunque saben que nadie se los va a agradecer...son ciudadanos como usted, no de segunda clase. Y si conoce funcionarios públicos corruptos, desleales, más interesados en favorecer a empresas privadas o a grupos de interés, denúncielos, haga pública la traición al país.
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