Pronunciamiento público en respuesta a las medidas económicas anunciadas por el Gobierno Nacional del Ecuador para enfrentar la pandemia del Covid19

La Raíz - Pensamiento Crítico
7 min readApr 22, 2020

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Miércoles 22 de Abril de 2020

El viernes 10 de Abril, el Presidente de la República anunció nuevas medidas económicas para enfrentar la crisis humanitaria, sanitaria y económica que atraviesa el país por el COVID19. En realidad, no hubo nada nuevo en su modus operandi al que tiene acostumbrado a toda la ciudadanía. Una comunicación superficial de una propuesta inconsistente, insuficiente e inconstitucional para la magnitud de la situación, que es barnizada con soluciones parche de tinte social y un relato que invisibiliza las desigualdades al pedir el “esfuerzo de todos”, pero que solo esconden su intención de proteger primero al capital antes que al ser humano.

Esto termina siendo un regalo envenenado para el Legislativo, que deberá definir si aprueba el texto que ha remitido el Presidente Moreno, seis días después de anunciadas las medidas, y con el mensaje de “si no ayudan, por favor, no estorben” a la deliberación legislativa en medio de una crisis que apremia y en donde cada minuto que pasa implica un irreparable daño a la vida de las y los ecuatorianos.

En este proyecto de Ley, la única novedad es la creación de la llamada “Cuenta de Especial de Asistencia Humanitaria e Impulso a la Economía” que acogerá los fondos que el gobierno espera recaudar de la contribución temporal a personas naturales (que en definitiva, es un impuesto a la renta) y cuyo manejo será observado y asesorado por privados: 5 miembros de la sociedad civil nombrados por el presidente de la República. Este es un nuevo umbral inclusive para un gobierno acostumbrado a las ilegalidades y despropósitos.

Lamentablemente es frecuente que los gobiernos latinoamericanos, por sus sesgos ideológicos o por las fuerzas de la geopolítica, cedan su soberanía nacional para beneficio de intereses extranjeros. El gobierno de Lenín Moreno no ha sido excepción en sus casi 3 años de mandato, pero lo novedoso e increíble del momento, es la cesión voluntaria de soberanía estatal al interior del país.

Es pavorosa la actitud de este gobierno al no darse cuenta de que su intención ingenua de mayor transparencia remarca más su propia incompetencia aceptando que no puede gestionar fondos públicos. Además, asume directamente que una “junta de notables” privados se encuentran mejor capacitados para decidir sobre el bienestar general de nuestra sociedad. El retroceso conceptual y en el imaginario colectivo es prácticamente de siglos — diríamos hasta tiempos coloniales- sobre el rol del Estado y los fundamentos democráticos.

Por ahora, por más aclaraciones que haya realizado el Ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez, lo que está claro es que el sentido de urgencia no existe para el actual gobierno nacional. Casi ninguno de los anuncios realizados durante esta crisis se ha cumplido. Con la última propuesta la tónica es la misma. El Ejecutivo ha enviado dos proyectos normativos a la Asamblea Nacional con carácter urgente, la propuesta de Ley orgánica de Ayuda Humanitaria y la propuesta de Ley de Ordenamiento de las Finanzas Públicas. Inclusive si estas son aprobadas en su estado original, se tardará meses en recaudar lo que el gobierno estima, cuando la inyección de liquidez se precisa inmediatamente. Más aún en un esquema de dolarización como el nuestro.

Completamente desbordado por todos los frentes, con una credibilidad que ronda 5%, el gobierno hace oídos sordos y todavía mantiene las intenciones de aplicar más ajuste neoliberal en el Ecuador (despidos sector público, privatizaciones, precarización laboral, impuestos regresivos, entre otros), cuando el resto del mundo han buscado o creado los recursos para fortalecer la acción del Estado y paliar los efectos dañinos de la mayor crisis de la República del Ecuador en el último siglo.

Un gobierno que no ayuda ni se deja ayudar. Un gobierno marioneta, cooptado completamente por la oligarquía financiera nacional, aprieta más el acelerador hacia el abismo económico y el estallido social. No podemos permitir que siga en la misma dirección.

Las organizaciones y colectivos que firmamos este pronunciamiento rechazamos categóricamente la premisa funcional que los grupos de poder emplean en las coyunturas de crisis como la actual: “no hay alternativas”. Al contrario, superar esta crisis va a requerir propuestas que antes parecían radicales y que ahora son básicas, pero sobretodo abandonar las prácticas de la Doctrina del Shock que debería acompañar al viejo orden mundial que está feneciendo.

En días pasados presentamos #AlternativasALaCrisis, plenamente conscientes de que el panorama es muy complicado pero que todas las herramientas y capacidades institucionales del Estado son necesarias para enfrentar las dimensiones de esta crisis siguiendo como principio fundacional el proteger a las personas más vulnerables a la enfermedad Covid19, a la recesión económica o, a ambas.

Ya basta de perder tiempo, cada momento de inacción agrava severamente la situación del país, y en particular el terrible escenario que vive la ciudad de Guayaquil. Estamos convencidas y convencidos que el dilema ético siempre está antes que el problema técnico, y por tanto, claro que existen alternativas a la crisis y estas se vuelven evidentes cuándo se identifica quienes asumirán los mayores costos.

Actualmente, es notorio que las desastrosas consecuencias de esta pandemia están recayendo principalmente sobre las personas más desprotegidas de la clase trabajadora, cuando es precisamente a ellas a las que habría que proteger para cuidar a la sociedad en su conjunto.

Urge entonces un nuevo contrato social que guíe a la sociedad en medio de esta tormenta distinguiendo con claridad quienes sí pueden soportar una mayor parte de los costos de parar la economía durante las medidas de aislamiento establecidas.

A continuación presentamos brevemente alternativas a las medidas señaladas puntualmente por el gobierno nacional dentro de sus dos leyes económicas urgentes presentadas el 16 de abril pasado, y llamamos a la sociedad ecuatoriana a no perder de vista que la construcción de la solidaridad pasa por la creación de un sentido común político, basada en el fortalecimiento de redes comunitarias apoyadas en familiares, amigas y amigos, vecinas y vecinos, compañeras y compañeros, conciudadanos, compatriotas.

Tabla 1: Alternativas a las medidas propuestas por el gobierno nacional de Ecuador

Además, el Gobierno Nacional debe garantizar y articular con los Gobiernos Autónomos Descentralizados Cantonales y Provinciales, la cadena de producción y distribución de alimentos y medicinas en concordancia con el Estado de Excepción. Así mismo, consideramos que es necesario explicitar las propuestas enfocadas en la emergencia sanitaria:

- Prepararse para una posible nacionalización temporal de la salud privada si se llega a un nivel de contagio fase 4. El objetivo es que a ningún habitante se le niegue atención médica mientras existan recursos disponibles.

- Nacionalizar la producción y comercialización de bienes y equipos de primera necesidad para el sector salud.

- Reincorporación y contratación de personal médico y administrativo en salud para ampliar la cobertura y eficiencia en el servicio.

- Adquirir los insumos necesarios (trajes de bioseguridad, mascarillas, batas) para garantizar la seguridad laboral de las y los médicos y personal administrativo que se encuentran en la primera línea frente a la emergencia sanitaria. Reconvertir la industria nacional en proveedora de insumos necesarios para afrontar la emergencia sanitaria.

- Adquirir reactivos a gran escala para la realización y democratización de pruebas Covid-19 a realizarse a través de brigadas médicas de contingencia, por niveles administrativos de planificación (zonas, distritos y circuitos).

- Durante la emergencia, la ciencia y tecnología, la producción y la seguridad social se deben subordinar a la salud. Crear el Viceministerio de la Industria y Tecnología de la Salud, dentro del Ministerio de Salud Pública, encargado de liderar la reconversión industrial y coordinar efectivamente compras, regulación y permisos sanitarios, importaciones, industrialización, acreditación, investigación científica, requerimientos y distribución de insumos. Por tanto, coordinaría al Ministerio de la Producción, a la ARCSA, al INSPI, a la ACESS, a la SENESCYT, universidades e institutos de investigación.

Somos conscientes de que existen más propuestas de diferentes movimientos sociales, partidos y actores políticos, que pueden fortalecer un plan sólido con unidad de mando que nos permita enfrentar la pandemia y la recesión económica. Lo esencial del plan está en priorizar al ser humano por sobre el capital y en la voluntad política para actuar en consecuencia.

Finalmente, hacemos un llamado a toda la Asamblea Nacional a que escuche a la sociedad civil que se hace presente para proponer alternativas a la crisis, e impulse los cambios necesarios en la “Ley Orgánica de Apoyo Humanitario para combatir la crisis sanitaria derivada del Covid-19” y la “Ley de Ordenamiento de las Finanzas Públicas”, remitida el día jueves 16 de abril de 2020. Al actual gobierno nacional no se le puede permitir utilizar esta crisis para justificar sus intenciones precedentes de aplicar un ajuste neoliberal radical en nuestro país.

Si su organización o colectivo quiere sumarse para apoyar estas propuestas, por favor escríbanos a laraiz.ec@gmail.com

Organizaciones firmantes:

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